¿Cómo sobrevivir a la Hipermodernidad? Iñigo Martinez Peña (Gasteiz, 1975) presenta «19 Mandamentu hipermodernoak», un ensayo publicado en la editorial Elkar que capta la singularidad de nuestra época y las coordenadas de nuestro tipo de sufrimiento.
Desde la sociedad líquida de Bauman hasta la sociedad del espectáculo de Guy Debord, la globalización o el consumo de masas, el autor encuentra en el término “hiper” una síntesis que caracteriza nuestro mundo. Siendo lo hiper, el más y más, aquello que define nuestro estilo de vida; el crecimiento sin límite, el Just do it, el rendimiento y la eficacia total, el goce sin freno, las adicciones a cualquier objeto o los excesos en cualquier campo de lo humano definen el ambiente de nuestra época, el aire que respiramos.
Donde para algunos la Hipermodernidad encarna un canto a la libertad individual el autor atrapa una paradoja fundamental, a saber, el mandato de ser “uno mismo”, dueño de tu destino -emprendedor, autónomo, innovador- donde nada es imposible y todos debemos perseguir nuestros sueños, el filósofo capta los mandamientos de una Ley. El discurso de nuestra época encierra una serie de mandatos y determinaciones que anulan todo tipo de subjetividad o deseo en singular. Esta autoexigencia ciega y anónima (Universal) de ser feliz a toda costa y en todo momento genera nuevos dioses, en esta ocasión dictados desde la economía neoliberal de producción. Son los dioses del rendimiento y del crecimiento: “Busca siempre lo nuevo”, “Mídelo todo”, “sal de tu zona de confort”, “no pierdas el tiempo”, “no estés triste y piensa en positivo”.
Iñigo Martínez nos propone hacernos un poco más ateos frente a estos dioses de la modernidad tardía. No acatar acríticamente el pensamiento positivo y poder analizar las contradicciones aceptando los límites de lo humano, cultivando las preguntas, el humor y el amor como posibles salidas para hacer más vivible la vida. Como señala el autor: “Cuando se ama algo no es una cosa más en la lista de objetos intercambiables, es en singular, esta persona en concreto, está fuera de la lógica del mercado, quien ama no cuenta”.
Cosme Sánchez